lunes, 2 de febrero de 2015

No hablamos lo mismo ¡Qué pena!

Estoy algo avergonzada… os cuento el porqué…

Desde siempre, me ha encantado poner acentos y hacer que hablaba idiomas, mi madre se reía de mi cuando me escuchaba hablar en argentino, chino e incluso ruso mientras limpiaba los cristales los sábados de zafarrancho de limpieza en aquella casa de la Plaza de los Bolos…


Lo hacía por diversión, me hablaba a mí misma contándome cosas como si fuera una peli… Hasta jugando con mi prima Clara, nos podíamos tirar tardes enteras hablando “oso” (gruñidos de oso y otros sonidos que los osos se suponía que hacían) y nos entendíamos. ¡Era divertido!


El lenguaje es algo que me intriga, aunque sea más “bruta que un arao” hablando, las palabras, su significado, lo que se dice sin decir nada, con las manos, la cara  y los usos del lenguaje me han hecho siempre mucha gracia. Colombia es un paraíso en ese aspecto…


El pueblo colombiano es un ejemplo de corrección,  respeto y enriquecimiento de la lengua española. Tienen palabras para todo, palabras precolombinas que suenan divertidísimo, sustantivos, adjetivos,  utilizan cientos de sinónimos y lo más importante, lo que es inglés es en inglés y lo que es en español en español.
  
Se ríen de nosotros (y con razón) porque dicen que adoptamos palabras que pronunciamos a nuestra manera sin traducirlas. Lo que más gracia les hace es lo del “wifi” (todos habéis leído güifi, como es normal) aquí se pronuncia “guayfair” como lo hacen los americanos. Ellos defienden que hasta que no haya una palabra en español que lo defina, hay que usar la nativa. Se parten con “spiderman” (spaiderman), el grupo U2 (u dos y no “iu tu”)y twitter o linkedin pronunciado a la española…

Son tan puristas que al CV le llaman hoja de vida (¡¡me encanta!!). Así que en ese aspecto nos ven menos que ellos y si hay confianza (y siempre desde el respeto) se ríen… razón no les falta.  Lo único que dicen que sabemos pronunciar es “facebook”. (feisbuc).


Pero además de eso, no dicen ni una sola palabrota… y cuando digo ninguna es NINGUNA.

El mundo en el que trabajo, en España, sobre todo con los cámaras, se habla fatal, se discute, se grita y de cada 5 una media de 2 son palabrotas…es a lu ci nan te… Se habla así, jefes, menos jefes, auxiliares y hasta a los becarios se les anima a hablar así… es otro rollo… se pega y es la jerga…


La empresa se está construyendo por fases, y la semana pasada, tuvimos que explicarle a la nueva comercial en qué consistía el proyecto, por fin no era una abogada, ni un contable ni un director que te llamara “Doctora Patiño”, era alguien del pueblo llano...me relajé…
  
Mi compañero le contó la estructura y a mí me tocó explicarle el funcionamiento, algo que dicho así está claro “Si resulta que te graban una puta mierda de imágenes, que no sale ni el muerto ni nada, tú lo que tienes que hacer es rápidamente, preguntarle al camarógrafo de la manera amigable que qué coño pretendía cuando grabó esa jodida basura. El objetivo es que entienda que aquí mierdas no queremos porque no se venden”. Si, lo dije así (coño arriba, mierda abajo, utilizando el término camarógrafo para que lo viera más cercano ya que en España el que graba es el cámara…) …


…Total que la comercial, del pueblo llano, de Sucre (región del sur), madre soltera, técnico en comercio (que es como un FP en España) se quedó blanca, tragó saliva y sonrió dejando tres eternos segundos de silencio mientras me miraba con los ojos muy abiertos y sonriente… fueron tres segundos como tres siglos en el que todas las enseñanzas de mi madre ( que decía “miércoles” en vez de mierda) pasaron por mi cabeza como una película….

Tres segundos que dolieron como un balazo en el estómago …

Le pedí disculpas por mi lenguaje, no sabía dónde meterme… pero me dijo que no pasaba nada, que los españoles hablamos así y que se había dado cuenta que en EFE se hablaba mucho peor que en la calle…


Os prometo que yo lo intento, desde ese momento intento buscar aun con más consciencia,  sinónimos como de mierda/porquería, de coño/cáspita, de putada / incordio, de cojones… (¿Hay sinónimo para decir cojones que sea fino, educado y que tenga sentido?) el tema es que me esfuerzo y procuro pensar antes de hablar...


No hablamos el mismo idioma, eso está claro, pero basta de auto crítica…
  

¡Ellos también utilizan expresiones que no hay quien entienda!
  
Mi primera compra aquí, fue un cuadernito precioso que llevo siempre en el bolso. En mi libretita de papel reciclado pintada por madres indígenas, apunto cada palabra que aprendo. La escribo junto a su traducción y cuando me aburro, lo abro y las leo para recordarlas.


Gomelo significa pijo , chichipato de mala calidad, zaperoco (pronunciado “saperoco”) lo utilizan siempre para decir que es un lío, un camello es algo que es muy trabajoso… Cuando algo es chimba es genial pero cuando es chimbo es lo peor...Aquí no hay atascos, hay trancones y el órgano genital femenino se dice “cuca”.

Pero lo mejor que he aprendido es la expresión “Paila”. Paila quiere decir que algo no se puede hacer pero que no pasa nada, que lo dejes. Se dice como haciendo con la mano el gesto de dejarlo pasar. Si no has llegado a tiempo y pides disculpas te dirán “paila”, es un “bah no te preocupes” pero en alegre. “Paila” tiene que ver con que el destino no ha querido que ocurriera y que lo tienes que dejar pasar. Mola, una vez pillas el truco, ¡no puedes dejar de usarlo!


Pero lo que más repiten que no soporto… es el “Qué pena”, “Qué pena con usted” ,“Gracias qué pena” , “Qué pena esto” “Qué pena lo otro”…¡Todo les da pena!...

En vez de “disculpa” cuando quieren pasar dicen “Qué pena”.  Cuando te dicen que no a algo te dicen “Qué pena”. ¿Cómo que qué pena, con lo felices que son??? ¡Lo dicen con una sonrisa y tono feliz! Eso no es pena.



Para pedirte un favor te dicen “Qué pena, ¿podrías pasarme eso?” para colarse en el súper (que lo hacen…) te dicen “Qué pena” y se cuelan, para decirte que no queda algo que has pedido en un restaurante en vez de decirte que no tienen te dicen “Qué pena con usted” …


Un desastre, porque impacta, uno en España dice “Qué pena” y se teme lo peor. Que un niño se cae, pues qué pena, que te invitan a cenar a un japonés buenísimo pero tienes que trabajar y no vas, pues qué pena, que mi sobrina pequeña se cae y se hace pupita, pues qué pena…pero para una tontería como que van a pasar y te tienes que apartar un poquito, pues no. ¡NO DA PENA!.




Estoy del ¡“Qué pena con usted” hasta los cojones!

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