Los lunes y miércoles, siempre salgo puntual de trabajar.
Llego a casa, si pillo a Pablete despierto nos contamos el
día (el con los ojos medio cerrados arropado hasta arriba con Paquita a su vera
acurrucada y yo súper acelerada y con prisas), le doy las buenas noches, me pongo el chundal y me voy a hacer deporte.
Si, como lo lees, me voy a hacer deporte.
En Colombia si no haces deporte no eres nadie, el culto al
cuerpo, como os he contado alguna vez , es una pasada… las operaciones de
estética, las tienen que mantener de cualquier manera…Así que yo no iba a ser
menos… ( y sin operar cuidadito!!! Jajajaa)
La primera semana que estuve aquí hice un estudio de mercado
de Gimnasios….
En mi misma cuadra hay tres, los visité, me hicieron el
tour, me contaron las múltiples ventajas de sus máquinas e instalaciones…
Pero quise saber más abrí el espectro algo más por si acaso…
Concluí que dos manzanas a la izquierda, hay otros dos (Uno de ellos dedicado única y exclusivamente
a crossfit y otro que es del hijo de Santos, que aunque tenga pocas máquinas
salen los findes de semana a hacer el cabra por la ciclovía todos juntos…).y
dos manzanas más allá hacia la derecha, hay otro más que está enfocado a
público gay (pero no lo dicen, claro).
Los gimnasios de mi barrio, al ser estrato cuatro y cinco
son bastante completos...
Todos te ofrecen clases de “machacas” (machacas para los
nacidos después de los 80 significa musculitos…) bodypump, kingboxing, rumba
hard core… lo que buscan es quemar y
marcar.
Solo dos de todos los que visité tenían pilates y solo uno
yoga, pero los sábados a las 09.00, es decir… enfocado a jubiladas…
Cuando te apuntas a uno te conceden “ el privilegio” de hacerte un chequeo médico
para que te aconsejen determinados ejercicios según tus objetivos y tus
cualidades físicas básicas , además te asignan un entrenador de referencia al
que puedes acudir siempre que quieras en caso de duda con la tabla
personalizada que te hacen...
El chequeo consiste en que te miden el culo, la tripa, el
pecho, te hacen hacer durante un minuto las máximas abdominales posibles, te
miran el equilibrio y luego te explican lo gorda que estás y te aconsejan ir 4
días por semana a hacer ejercicios de sudar durante una hora y luego la otra
hora a máquinas… como veis un chequeo completo…¡Ah! Y también te miran la
tensión.
Tras mucho divagar…El 12 de enero decidí apuntarme justo al
de mi cuadra, me convenció que está a 80 pasos de mi hotel (contados) y así por
la noche podría ir sin problemas de seguridad. El Spining Center (el elegido)
cuesta la friolera de 110 euros al mes, pero creerme, es el más barato de todo
el barrio… Me apunté por meses porque no
llegaba a estar los tres meses de la oferta.
Fui juiciosamente tres semanas, tres veces por las mañanas a
correr y a hacer máquinas… hasta que el día antes de mi prueba médica se me ocurrió
ir a bodypump…
Como todas las clases a las que he ido en mi vida, después
de que con 15 años Maria José me echara de aerobic por falta de coordinación,
me puse en última fila…
La clase estaba llena, pero solo había 3 chicas más gordas
que yo…
Cogí la barra esa de las pesas, las pesas, la colchoneta, se
me escurrió la barra, tuve que interrumpir los estiramientos de la super modelo
que estaba a mi lado para cogerla… me coloqué en la postura que decía el
profesor y ….empecé a alucinar….
El bodypump es hacer pesas con música sin parar… como si
bailaras pero con las pesas, son 5 canciones, a la segunda dejé de sentir las
piernas, la tercera sufrí un pequeño mareito… la cuarta y la quinta… no las
recuerdo… Solo recuerdo los uooooh, siiiii, vengaaa del entrenador haciendo sus movimientos
mientras se miraba si los músculos que ejercitaba se marcaban lo suficiente…
Lo mejor de la clase, sin duda fueron dos chicas que se
pusieron delante de mi…
Ellas, como yo, cogieron también los pesos pequeños, llevaban
ropa color neutro (nada de fosforitos, ni tops, ni ipods en el bíceps, ni cosas
raras colombianas…) eran normales tirando a gorditas, mas paliduchas de lo
habitual, pelo sin teñir …
Cuando empezó aquello a subir de tono (sería la mitad de la
primera canción) oí que una le decía a otra… “Me cago en la puta con las
pesitas de los cojones”
¡¡¡Eran españolas!!!
En la cuarta canción
la de la izquieda se sentó, la quinta no recuerdo qué hicieron, yo ya no veía.
Cuando terminó la clase me acerqué a ellas y les saludé, nos
dimos los teléfonos... y ahora son las chicas con las que he ido a
Barranquilla, mis amigas las de la beca del Gobierno Vasco, Lucía y Pati. Son
verdaderamente majas, normales, siempre hacen planes, están de un lado para
otro, proponen, suben bajan…pero ellas tampoco han vuelto a bodypump…
Así que después de body pump, ese mismo viernes y con unos
dolores de piernas que nunca había sufrido,
otra pandilla de españolas me propuso ir con ellas los lunes y miércoles
a hacer deporte al parque del Virrey que habían contratado a un entrenador personal
para quemar todo lo malo que da la alimentación latina.
Sin duda acepté, el plan lo tenía todo, salir al aire libre,
chicas, españolas super majas y muy de mi royo, algo más barato que el gimnasio
y sobre todo alguien que te anime para hacer los ejercicios ¡Me apunté, claro!
El único inconveniente que le veía, era en la calle 90 y yo
vivo en la 68 así que tenía que darme una gran pateada de ida y vuelta en taxi
porque era de noche…
Mis compañeras, son de Almería, Málaga, Badajoz, Sevilla y
las Rozas todas aquitectas, menos una ingeniera y Ángela que se dedica a algo
de hoteles, llevan aquí un año o así,
son como una familia, se conocen , se quieren y se ocupan las unas de
las otras.
Nuestro entrenador se llama Jorge, es colombiano, edad
indefinida, rapado, moreno, súper cachudo y muy bajito. Se dedica a entrenar
“grigas” y señoras de alto estrato y a
nosotras los lunes y miércoles de 18.30 a 19.30.
Es el segundo colombiano que conozco que sabe hablar inglés
(es sorprendente, pero muy pocos saben hablarlo…) se entrena todos los días mil horas, cuida su
alimentación de manera obsesiva. No es
nada guaperas, pero le queremos igual.
Como entrenador es duro, exige puntualidad, seriedad y sobre
todo que des lo máximo de ti misma…, de tal manera que haces ejercicio si o si…
Jorge no es que nos meta caña , sino que nos mata todos los
días… George (léase yorch que es como le llamamos) nos hace saltar, correr,
agarrar unas cuerdas que se llaman TRX que te hacen sudar una barbaridad, nos
anima, nos conoce y nos hace llegar al límite pero siempre con dulzura… Es tan
dulce que no le gusta llamarme Patiño porque dice que solo los militares se
llaman por el apellido…yo le he explicado que para mí no es autoritario, pero
aun así le cuesta llamarme por mi “nombre”….
pero lo más divertido de Jorge es que utiliza términos en inglés que
suele utilizar con sus otras “chicas” gringas por las mañanas…. dice unas cosas
tan bien pronunciadas que cuando estás sudando como una loca no puedes
aguantarte la risa…
En vez de zona abdominal dice Core, (léase cooor), a la
colchoneta de abdominales le llama “mat” , a la cuerda le llama “rope”
(rooooup) dice yeees cuando lo hacemos bien .
Nosotras le corregimos para que hable en español, pero no
hay forma, así que lo del “cor” y lo de la “mat” ya se ha quedado como lenguaje
básico… y él se parte con lo mal que hablamos, intenta entender el almeriense,
madrileño y malagueño…se ríe porque a veces se pierde, y se parte con la de
palabrotas que usamos y lo mucho que nos quejamos…
Porque, aunque mis compañeras son todas niñas bien, y muy
educadas, cuando tienen que hacer sentadillas con diez kilos encima en series
de 30 repeticiones, se cagan en su puta madre como todo hijo de vecino.
Cuando no llueve, damos clase en el micro cosmos del parque
del Virrey entorno a unos bloques con seguridad privada, circuito de cámaras y
casas de estrato 5 y 6.
Al ser de noche y estar en un parque, todos los mazados que
hacen ejercicio al aire libre y nosotras , nos ponemos en el mismo sitio para
estar controlados, así que no hay problema.
Lo único malo que te puede pasar, es pisar alguna caca de perro sin querer por
que la iluminación no es buenísima.
En la zona de “deporte” , que es realmente la zona de los
columpios, habrá otros 3 “Jorges” más, pero el nuestro es el único que es
alegre, que hace los ejercicios con nosotras para enseñarnos a fortalecer el
core y porque no decirlo, es el único que no parece un modelo. Nuestro Jorge es
pequeñito, pero está lleno de paciencia, amor e ideas de ejercicios imposibles
que aseguran agujetas al 100%.
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