lunes, 2 de marzo de 2015

Deporte a la Bogotana

Los lunes y miércoles, siempre salgo puntual de trabajar.

Llego a casa, si pillo a Pablete despierto nos contamos el día (el con los ojos medio cerrados arropado hasta arriba con Paquita a su vera acurrucada y yo súper acelerada y con prisas), le doy las buenas noches,  me pongo el chundal y me voy a hacer deporte.

Si, como lo lees, me voy a hacer deporte.

En Colombia si no haces deporte no eres nadie, el culto al cuerpo, como os he contado alguna vez , es una pasada… las operaciones de estética, las tienen que mantener de cualquier manera…Así que yo no iba a ser menos… ( y sin operar cuidadito!!! Jajajaa)
La primera semana que estuve aquí hice un estudio de mercado de Gimnasios….
En mi misma cuadra hay tres, los visité, me hicieron el tour, me contaron las múltiples ventajas de sus máquinas e instalaciones…
Pero quise saber más abrí el espectro algo más por si acaso…
Concluí que dos manzanas a la izquierda, hay otros dos  (Uno de ellos dedicado única y exclusivamente a crossfit y otro que es del hijo de Santos, que aunque tenga pocas máquinas salen los findes de semana a hacer el cabra por la ciclovía todos juntos…).y dos manzanas más allá hacia la derecha, hay otro más que está enfocado a público gay (pero no lo dicen, claro).

Los gimnasios de mi barrio, al ser estrato cuatro y cinco son bastante completos...

Todos te ofrecen clases de “machacas” (machacas para los nacidos después de los 80 significa musculitos…) bodypump, kingboxing, rumba hard core…  lo que buscan es quemar y marcar.
Solo dos de todos los que visité tenían pilates y solo uno yoga, pero los sábados a las 09.00, es decir… enfocado a jubiladas…

Cuando te apuntas a uno te conceden  “ el privilegio” de hacerte un chequeo médico para que te aconsejen determinados ejercicios según tus objetivos y tus cualidades físicas básicas , además te asignan un entrenador de referencia al que puedes acudir siempre que quieras en caso de duda con la tabla personalizada que te hacen...

El chequeo consiste en que te miden el culo, la tripa, el pecho, te hacen hacer durante un minuto las máximas abdominales posibles, te miran el equilibrio y luego te explican lo gorda que estás y te aconsejan ir 4 días por semana a hacer ejercicios de sudar durante una hora y luego la otra hora a máquinas… como veis un chequeo completo…¡Ah! Y también te miran la tensión.

Tras mucho divagar…El 12 de enero decidí apuntarme justo al de mi cuadra, me convenció que está a 80 pasos de mi hotel (contados) y así por la noche podría ir sin problemas de seguridad. El Spining Center (el elegido) cuesta la friolera de 110 euros al mes, pero creerme, es el más barato de todo el barrio…  Me apunté por meses porque no llegaba a estar los tres meses de la oferta.

Fui juiciosamente tres semanas, tres veces por las mañanas a correr y a hacer máquinas… hasta que el día antes de mi prueba médica se me ocurrió ir a bodypump…

Como todas las clases a las que he ido en mi vida, después de que con 15 años Maria José me echara de aerobic por falta de coordinación, me puse en última fila…

La clase estaba llena, pero solo había 3 chicas más gordas que yo…

Cogí la barra esa de las pesas, las pesas, la colchoneta, se me escurrió la barra, tuve que interrumpir los estiramientos de la super modelo que estaba a mi lado para cogerla… me coloqué en la postura que decía el profesor y ….empecé a alucinar….

El bodypump es hacer pesas con música sin parar… como si bailaras pero con las pesas, son 5 canciones, a la segunda dejé de sentir las piernas, la tercera sufrí un pequeño mareito… la cuarta y la quinta… no las recuerdo… Solo recuerdo los uooooh, siiiii, vengaaa  del entrenador haciendo sus movimientos mientras se miraba si los músculos que ejercitaba se marcaban lo suficiente…

Lo mejor de la clase, sin duda fueron dos chicas que se pusieron delante de mi…
Ellas, como yo, cogieron también los pesos pequeños, llevaban ropa color neutro (nada de fosforitos, ni tops, ni ipods en el bíceps, ni cosas raras colombianas…) eran normales tirando a gorditas, mas paliduchas de lo habitual, pelo sin teñir …
Cuando empezó aquello a subir de tono (sería la mitad de la primera canción) oí que una le decía a otra… “Me cago en la puta con las pesitas de los cojones”

 ¡¡¡Eran españolas!!!

 En la cuarta canción la de la izquieda se sentó, la quinta no recuerdo qué hicieron, yo ya no veía.

Cuando terminó la clase me acerqué a ellas y les saludé, nos dimos los teléfonos... y ahora son las chicas con las que he ido a Barranquilla, mis amigas las de la beca del Gobierno Vasco, Lucía y Pati. Son verdaderamente majas, normales, siempre hacen planes, están de un lado para otro, proponen, suben bajan…pero ellas tampoco han vuelto a bodypump…

Así que después de body pump, ese mismo viernes y con unos dolores de piernas que nunca había sufrido,  otra pandilla de españolas me propuso ir con ellas los lunes y miércoles a hacer deporte al parque del Virrey que habían contratado a un entrenador personal para quemar todo lo malo que da la alimentación latina.

Sin duda acepté, el plan lo tenía todo, salir al aire libre, chicas, españolas super majas y muy de mi royo, algo más barato que el gimnasio y sobre todo alguien que te anime para hacer los ejercicios ¡Me apunté, claro!

El único inconveniente que le veía, era en la calle 90 y yo vivo en la 68 así que tenía que darme una gran pateada de ida y vuelta en taxi porque era de noche…

Mis compañeras, son de Almería, Málaga, Badajoz, Sevilla y las Rozas todas aquitectas, menos una ingeniera y Ángela que se dedica a algo de hoteles, llevan aquí un año o así,  son como una familia, se conocen , se quieren y se ocupan las unas de las otras.
Nuestro entrenador se llama Jorge, es colombiano, edad indefinida, rapado, moreno, súper cachudo y muy bajito. Se dedica a entrenar “grigas” y señoras de alto estrato  y a nosotras los lunes y miércoles de 18.30 a 19.30.

Es el segundo colombiano que conozco que sabe hablar inglés (es sorprendente, pero muy pocos saben hablarlo…)  se entrena todos los días mil horas, cuida su alimentación de manera obsesiva.  No es nada guaperas, pero le queremos igual.

Como entrenador es duro, exige puntualidad, seriedad y sobre todo que des lo máximo de ti misma…, de tal manera que haces ejercicio si o si…

Jorge no es que nos meta caña , sino que nos mata todos los días… George (léase yorch que es como le llamamos) nos hace saltar, correr, agarrar unas cuerdas que se llaman TRX que te hacen sudar una barbaridad, nos anima, nos conoce y nos hace llegar al límite pero siempre con dulzura… Es tan dulce que no le gusta llamarme Patiño porque dice que solo los militares se llaman por el apellido…yo le he explicado que para mí no es autoritario, pero aun así le cuesta llamarme por mi “nombre”….  pero lo más divertido de Jorge es que utiliza términos en inglés que suele utilizar con sus otras “chicas” gringas por las mañanas…. dice unas cosas tan bien pronunciadas que cuando estás sudando como una loca no puedes aguantarte la risa…

En vez de zona abdominal dice Core, (léase cooor), a la colchoneta de abdominales le llama “mat” , a la cuerda le llama “rope” (rooooup) dice yeees cuando lo hacemos bien .

Nosotras le corregimos para que hable en español, pero no hay forma, así que lo del “cor” y lo de la “mat” ya se ha quedado como lenguaje básico… y él se parte con lo mal que hablamos, intenta entender el almeriense, madrileño y malagueño…se ríe porque a veces se pierde, y se parte con la de palabrotas que usamos y lo mucho que nos quejamos…

Porque, aunque mis compañeras son todas niñas bien, y muy educadas, cuando tienen que hacer sentadillas con diez kilos encima en series de 30 repeticiones, se cagan en su puta madre como todo hijo de vecino.

Cuando no llueve, damos clase en el micro cosmos del parque del Virrey entorno a unos bloques con seguridad privada, circuito de cámaras y casas de estrato 5 y 6.

Al ser de noche y estar en un parque, todos los mazados que hacen ejercicio al aire libre y nosotras , nos ponemos en el mismo sitio para estar controlados, así que no hay problema.

Lo único malo que te puede pasar,  es pisar alguna caca de perro sin querer por que la iluminación no es buenísima.
En la zona de “deporte” , que es realmente la zona de los columpios, habrá otros 3 “Jorges” más, pero el nuestro es el único que es alegre, que hace los ejercicios con nosotras para enseñarnos a fortalecer el core y porque no decirlo, es el único que no parece un modelo. Nuestro Jorge es pequeñito, pero está lleno de paciencia, amor e ideas de ejercicios imposibles que aseguran agujetas al 100%.

Creo que somos las primeras chicas que entrena que no quieren un cuerpo 10 sino hacer deporte y divertirse y aunque eso rompa sus esquemas sobre la belleza y el cuerpo perfecto creo que le encanta saber que también así con risas y alegría su entrenamiento nos es súper útil.

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