martes, 17 de marzo de 2015

Taxis


Hoy, día en el que había una protesta contra los taxistas de Bogotá , día en el que he cogido 3 taxis, día en el que me han vuelto a timar….día en el que me declaro abiertamente anti taxista.

Los hay que son anti taurinos, anti Barça, anti gatos, anti caloret… Yo me declaro anti taxista.
Y no se trata de una opinión sin fundamento, sino que es algo meditado basado en mi amplia  experiencia tanto en España como aquí en el mundo del taxi…

Desde siempre me han parecido que son unos llorones y un poco “pesetillas” que si pueden engañarte te engañan,  que si pueden ir por donde es más largo van… pero lo de Bogotá … Lo de Bogotá ya es de chiste… ¡¡Te timan siempre que pueden!!

Os cuento cómo funciona el temita para que os hagáis una idea y luego os cuento mi experiencia del sábado…

Dado que a partir de las 18.30 el toque de queda se empieza a instaurar en varias zonas y ya a las 20.00 en todo Bogotá, es imprescindible tirar de taxi para poder hacer vida normal. Los autobuses funcionan bien durante el día pero por la noche son algo inseguros, y no van por todas partes, así que el taxi es lo único que te garantiza llegar sana y salva…

Bogotá está plagada de taxis, yo creo que de cada 10 coches 6 son taxis. Son Kias pequeñitos , de mala calidad casi todos, con bachata, vallenato u otro género caribeño bastante alto como hilo musical, sin cinturones atrás y sin  luz arriba que te indique si van ocupados o no.

Pero a pesar de verlos por todas las calles, NUNCA debes cogerlos a lo Sexo en Nueva York levantando la mano en la acera con elegancia mientras cuelga de tu otro brazo un super bolso de Prada…No, aquí no se puede hacer eso… Lo primero porque te intentan robar el bolso, lo segundo porque te roba el taxista…

Los taxis se tienen que coger o bien llamándolos por teléfono a través de varias centralitas del taxi desde un hotel o centro comercial o con aplicaciones de teléfono móvil.

Las más usadas son Tappsi y Easytaxi, te registras poniendo tu nombre, teléfono y mail, y ellos cuando lo pides un taxi, te mandan mail dándote la matrícula, el nombre del taxista, el modelo de coche y la puntuación que le han puesto los demás usuarios.

Cuando terminas la carrera te mandan otro mail diciéndote el recorrido que has hecho. De tal manera que si desapareces, te atraca, te hace paseo millonario o algo peor… le tienen fichado.

Todos tenemos estas aplicaciones, a todos nos fallan, pero todos agradecemos este invento. 
Respecto a las tarifas, son baratísimos, van con taxímetro que traducen unas cantidades en pesos (no pone el importe directamente ) y existen 3 suplementos: El de la llamada (700 pesos) el de noche (1900 pesos de 20.00 a 06.00) y el dominical (1900 pesos) no hay más.

Pues es que no hay vez que no me la intenten colar… Sé que se ve a la legua que soy española, pero coño, tonta no soy y sumar 700 aunque me cueste un poco… pues yo lo sé hacer… Si en el taxímetro (que muchas veces se les “olvida” encender) pone 7000 pesos, serán 7700 (os he puesto el ejemplo fácil que es el que me sale así sin más…) jajaja .  

Pues bien el sábado por la noche salí por Bogotá, alquilamos por el cumple de unos vascos (esto está lleno de vascos) , una “Chiva” . 
La Chiva es un invento divertidísimo, un autobús  grandote de colorines, (seguro que si pensáis en autobús de colorines colombiano os imagináis una chiva con cajas de plátanos subidas en la baca ). Que no tiene ventanas sino barrotes, con asientos en los laterales, luces de neón, en el que te montas un botellón, te invitan a Aguardiente Antioqueño (más conocido como guaro) y te ponen música a tope mientras te pasean por la ciudad.

Es decir un híbrido entre el botellón en el maletero del coche de toda la vida, una discoteca y un autobús turístico pero a lo caribeño.

Nuestra Chiva, nos recogió a las 19.30 al lado de mi casa, subimos nuestros briks de ron (por que no se puede subir vidrio), cocacolas, nuestros hielitos, vasitos de plástico,  y a las 00.30 después de pasar por los miradores de la ciudad, la zona turística, mi zona, la zona pija y la zona de discotecas,  (y después de escuchar todo el repertorio de grandes temas latinos de los últimos 10 años como tiburón, todavía me acuerdo de ti, mayonesa, quiero hacer travesuras…)  nos dejaron en una discoteca  lejos de mi hotel…

No quiero de describir el estado de los asistentes a tan hortera acontecimiento porque hay mayores delante, pero vamos que las curvas nos sentaron a todos divinamente.
Estábamos contentísimos de habernos conocido, encantados con los zapatos llenos de ron por que la inestabilidad del asfaltado colombiano nos había hecho derramar la mitad de las copas y con muuchas ganas de seguir con la fiesta…
Nos metimos en la discoteca que nos dejaron, nos fuimos a otra y a las 04.00 de la mañana, lo que quedaba de mi quiso irse a casa… 

Tengo que reconocer, y dice mucho a mi favor, que desde que bajé de la chiva hasta las 04.00 no bebí nada más, (te lo prometo abuelo) sabiendo que tenía que volver y que habría enfrentamiento cara a cara con un taxista…

Pues bien, tocaba buscar taxi así que primero probé dentro de la discoteca a pedir uno  con la aplicación… El relojito de “Estamos buscando un tappsi para usted” no paraba de dar vueltas… (no era mi cabeza lo juro) pero no conseguía que ninguno me cogiera… 

Harta de estar bailando con un teléfono en la mano, me fui a la zona de fumadores, que como estaba fuera supuse que tendría más cobertura… Pero el relojito venga a dar vueltas…

En la zona de fumadores me encontré con Leire y con Pepe, ellos llevan unos dos años aquí, se saben todos los trucos y ventajas de vivir en Bogotá, y encima Pepe trabaja en una empresa de seguridad , por lo que si estás con Pepe sientes que estás segura porque tiene no sé qué en el tlf que le tienen fichado siempre y si se separa de él suena no sé qué alarma y se lo devuelven… me lo ha contado un par de veces para darme seguridad, pero no me sé la historia…y ni si quiera sé si es verdad… Pero a mi Pepe me da Seguridad y encima es muy majo y su novio también está en España y nos contamos lo mucho que echamos de menos a nuestros chicos…

Pues bien, Pepe me dijo, “Patiño , toca hacer lo que nunca debemos hacer… salir a la caza de un taxi a la calle, hacerle foto a su matrícula, que él sepa que la hemos hecho y lo de siempre, escribir cuando llegues…”  así que si lo dice Santi… hay que hacerlo…

Y allí nos fuimos haciendo eses los tres (Las curvas en Bogotá son horribles oye…) a la calle 84 a la caza del taxi.  En la calle los menos borrachos éramos nosotros , lo que nos daba ventaja a la hora de la caza… La calle estaba llena de taxis, así que me vine arriba y les dije que no se preocuparan, que yo me montaba en el primero que se fueran, ellos dijeron que ni de broma porque cuando le pregunté al primer taxi si me llevaba y el taxista me respondió super borde “ Son 25.000 pesos”.Entendí que iba a ser difícil…. ¿Cómo que 25.000? 25.000 pesos no llegan a 10 euros, pero yo se que de la 85 a la 68 que es donde yo vivo , lo máximo que me cobran son 11.000!!Y que además están obligados a usar el taxímetro. Le dije que no toda digna y me fui a por el siguiente…

El siguiente no me quiso llevar porque llegaron tres colombianas despampanantes y las llevó a ellas, el siguiente me pidió 20.000, los otros tres siguientes estaban ocupados… Otro otra vez 25.000  Miré el reloj y… las 04.30, intenté parar 3 más y lo mismo… Fue en ese momento que Pepe me agarró de los hombros y me dijo… “Patiño… son 10 euros tía, venga súbete al siguiente”… Tenía toda la razón, llevábamos 20 minutos y ellos aun querían tomarse la última en la discoteca….
Así que dicho y hecho, paré al siguiente, que sorprendentemente me dijo 15.000 , Leire le hizo la foto, Pepe se la enseñó al taxista, y me monté en el taxi mientras Leyre y Pepe me hacían el gesto de llama al llegar… Cerré pestillos y allá que nos fuimos, 68 con cuarta por favor. A mitad de camino fui a sacar el dinero de la cartera, abrí la cremallera de mi mochila preciosa marron que todas mis tías y yo tenemos, encontré la cartera, abrí la cartera  y… SOLO LLEVABA 11.200!!!!!
Horroooor!!!

En ese momento pensé, mierda, taxi no seguro, 04.30 de la noche, nadie en su sano juicio está despierto , este tío no lleva ni la identificación en el asiento pegada, me muero...
Empecé a sudar, a tener retortijones (esto también puede ser por el aguardiente, no lo sé) , a pensar como huir, a buscar la estrategia para que me dejara subir a la habitación a por dinero sin tener que dejarle nada de fianza que me pudiera robar…. Pensé , mierda , esto es el fin de mis mails…

Y de repente, llegando a la 73, no se si fue el Divino Niño que llevo en el móvil pegado, o mi suerte de apellidarme Patiño Cubeiro, o que eran míos que se me habían caído antes,  pero en el suelo debajo del conductor ¡¡¡había un precioso billete de 5.000 pesos!!! 

¡¡Me sobraba y todo!! ¡¡ Era mi día de suerte!!!

Hice que tosía para agacharme y cogerlos porque ya me entró la paranoia de que si decía que me los había encontrado me iba a decir que eran suyos, el muy ladrón… y la íbamos a tener… El taxista no decía ni mu, conducía escuchando Raaaadio Mega (vallenatos y champetas…) , algo que me desconcertaba un poco más…

Llegamos a la 68, en la puerta del Hotel, a lo lejos, me esperaba mi Leonardo querido, sonriente, encorbatado y elegante como siempre…. Leonardo es el que está los fin de semanas de guardia por la noche y sabe que me da mucho miedo cuando tarda en abrirme la puerta porque tuve un susto una noche con un “habitante de la calle” mientras el llegaba para abrirme, suelo avisarle que llego tarde y él siempre está pendiente.

Pagué al taxista con miedo, porque en mi cabeza ya lo había idealizado como un violador asesino que me iba a robar todo el dinero de mi tarjeta de crédito, yendo de cajero en cajero encañonándome con una pistola robada y cuando viera que tengo límite de 300 euros, se iba a enfadar y me iba a dejar en una cuneta después de pegarme una paliza en el barrio de Santa Fe , donde viven los yonkis y las putas sin mi celular con el divino niño pegado y sin mi cartera de Bimba y Lola que me trajeron los reyes este año…


El taxista, verificó que iban 15.000 y me dio las buenas noches… yo miré que no me dejara nada, cerré el bolso, me bajé como pude (ay que ver las curvas de Bogotá como marean…) y cerré despacito la puerta como les gusta a los taxistas colombianos que hagamos los europeos…Ellos dicen que cerramos fuertísimo y que les estropeamos los carros… Yo creo que los Kias amarillos son de mala calidad y ese es el problema…




Ya en la acera, Leonardo me abrió la puerta, subí los 5 escalones que separan la puerta de cristal de la acera rápidamente y le conté lo asustada que estaba… Leonardo que es muy correcto solo me respondió “ No se preocupe señora Cristina, ya está a salvo”. 

Supongo que por dentro estaría partido de risa…  

Hoy he vuelto a ver a Leonardo, le he pedido disculpas por lo del sábado y en vez de decir ¿El qué? Me ha respondido  “ No se preocupe señora Cristina, para servirle”.

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